Esclavitud mental: cómo las corporaciones convierten tu mente en mercancía

Esclavitud mental: cómo las corporaciones convierten tu mente en mercancía

Una nueva tendencia de rastreo preocupa a los científicos.

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El neurobiólogo Rafael Yuste ya hace 10 años identificó los posibles riesgos de las tecnologías que pueden manipular datos cerebrales. Después de descubrir cómo controlar la mente de ratones mediante láser, el científico vislumbró las posibles consecuencias de tales intervenciones para los humanos. Las preocupaciones de Yuste aumentaron cuando se supo que los datos cerebrales humanos ya se están recopilando y vendiendo a terceros, principalmente en áreas como juegos y meditación.

Según el científico, sin una regulación adecuada, los corredores de datos podrían comenzar a comerciar masivamente con "huellas cerebrales" de las personas. Estas tecnologías son capaces de revelar todo sobre una persona, incluidas sus pensamientos, recuerdos, emociones y hasta procesos conscientes e inconscientes. Para proteger estos datos, Yuste, junto con un defensor de los derechos humanos, fundó la organización NeuroRights Foundation en 2021 y comenzó a impulsar iniciativas legislativas para proteger los datos cerebrales.

El primer éxito fue en California: el gobernador del estado firmó una ley que extiende las normas de privacidad existentes a los datos cerebrales. Ahora, los residentes del estado pueden solicitar, eliminar, corregir y limitar el uso de datos obtenidos de sus cerebros por parte de empresas. Una ley similar fue firmada en Colorado. Yuste participó activamente en la promoción de estas leyes y actualmente asesora a legisladores en otros cuatro estados, instando a la adopción de medidas similares.

Las empresas están investigando cada vez más las posibilidades de recopilar datos neuronales. Según un informe de la fundación de Yuste, muchas de ellas utilizan cascos de electroencefalografía (EEG) para extraer datos cerebrales, que luego pueden transmitirse a terceros. De las 30 empresas estudiadas, solo una no "se apropió" de los datos cerebrales de los consumidores, y más de la mitad los transmitieron a terceros desconocidos.

En el mundo de la tecnología, el interés por los datos neuronales sigue creciendo: Apple ha patentado un dispositivo que permite escanear la actividad cerebral a través de los auriculares AirPods, y Meta* está considerando la posibilidad de crear una interfaz neuronal basada en relojes inteligentes. Además, el año pasado, científicos lograron decodificar el habla a partir de la actividad cerebral humana, lo que abre la perspectiva de desarrollar tecnologías que permitan controlar dispositivos o sistemas de búsqueda con la mente.

La falta de legislación federal en materia de privacidad de datos cerebrales para fines no médicos aumenta los riesgos. Numerosas empresas pueden crear bases de datos con escaneos cerebrales de millones de personas, lo que podría conducir a la discriminación de personas neurodivergentes o con problemas de salud mental. Estas tecnologías también podrían ser utilizadas para publicidad dirigida y para tomar decisiones sobre empleo o créditos, advierten expertos en protección de datos.

* La empresa Meta y sus productos están catalogados como extremistas y su actividad está prohibida en el territorio de la Federación Rusa.

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