Campus contra cuarteles: por qué el Pentágono se enfrenta al Instituto Tecnológico de Georgia

Recientemente, se presentó una demanda en Estados Unidos contra una de las universidades de investigación más destacadas del país, acusada de violar los estándares de ciberseguridad establecidos por el Departamento de Defensa (DoD). El Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) y su filial, la Georgia Tech Research Corporation (GTRC), están en el punto de mira por supuestamente no haber asegurado adecuadamente la información no clasificada (CUI).

La serie de acusaciones, que comenzó en 2019, abarca eventos que ocurrieron durante varios años. Uno de los episodios clave fue la falta de un plan de defensa digital conforme a los estándares del DoD en el laboratorio Astrolavos Lab, que se especializa en ciberseguridad en el ámbito de la seguridad nacional. Este plan fue implementado recién en febrero de 2020, pero a su alcance fue insuficiente, lo que violaba los requisitos del Departamento.

Además, el laboratorio está acusado de negarse a instalar software antivirus en sus dispositivos, algo que fue posible gracias al apoyo de la dirección de la universidad. Estas violaciones continuaron hasta diciembre de 2021, lo que representa una desviación grave de los estándares federales y de las normas internas de la universidad.

También se afirma que en diciembre de 2020, Georgia Tech y GTRC presentaron una evaluación de ciberseguridad falsa, otorgándose a sí mismos 98 puntos, lo que posteriormente fue considerado un fraude, ya que la evaluación se realizó en un sistema «ficticio» no relacionado con los contratos del DoD.

El caso se está procesando bajo la Ley de Reclamaciones Falsas (False Claims Act) y fue iniciado en el marco de la iniciativa Civil Cyber-Fraud Initiative (CCFI), que busca castigar a las organizaciones que deliberadamente ponen en riesgo la seguridad de los sistemas de información de Estados Unidos.

Este es el primer caso de este tipo que llega a juicio bajo la CCFI, ya que anteriormente todos los casos se resolvieron en la fase previa al juicio. Las autoridades estadounidenses expresan una seria preocupación por las acciones de Georgia Tech, que, según ellos, ponen en peligro la seguridad nacional y las vidas de los militares.

Cabe destacar que Georgia Tech también está siendo investigado por el Congreso debido a sus posibles vínculos con China. Desde 2013, la universidad ha colaborado con la Universidad de Tianjin, que se sospecha tiene estrechos lazos con el ejército chino y que anteriormente fue incluida en la lista negra por el robo de tecnologías militares estadounidenses.

La investigación, llevada a cabo por el Comité sobre el Partido Comunista Chino, comenzó en mayo de 2024, pero aún no se han publicado sus resultados.