Destellos ultravioleta destruyen los sueños de los investigadores de contactar con vida extraterrestre

Investigaciones recientes han mostrado que las enanas rojas, estrellas pequeñas y tenues alrededor de las cuales muchos científicos creían que era más probable encontrar vida extraterrestre, no son adecuadas para este propósito. La razón es que estas estrellas emiten regularmente potentes destellos de radiación ultravioleta, capaces de destruir cualquier material orgánico en los planetas cercanos.

Un problema similar ya había sido descubierto en el sistema de la Estrella de Barnard, ubicado a 6 años luz de la Tierra. Los científicos analizaron datos de 300,000 estrellas de la Vía Láctea, recopilados por el telescopio espacial GALEX. Descubrieron que la potencia media de los destellos ultravioletas emitidos por estas estrellas es tres veces mayor de lo que se pensaba anteriormente. En algunos casos, la potencia de las erupciones alcanzaba hasta 12 veces el nivel previsto.

"Se pensaba que solo unas pocas estrellas podían generar suficiente radiación ultravioleta durante los destellos para afectar significativamente la habitabilidad de los planetas cercanos. Nuestros hallazgos muestran que hay muchas más de esas estrellas", señala Vera Berger, autora principal del estudio.

Las razones de esta alta actividad en las enanas rojas aún no están completamente claras. Los científicos sugieren que la concentración de radiación ultravioleta en un rango estrecho de longitudes de onda podría estar relacionada con la presencia de ciertos elementos químicos en la atmósfera de estas estrellas, como carbono y nitrógeno.

Sin embargo, independientemente de las causas, la radiación ultravioleta tiene un efecto erosivo en las atmósferas planetarias e impide el desarrollo de procesos orgánicos necesarios para el surgimiento y la evolución de sistemas biológicos.

Así, la búsqueda de mundos habitables fuera del Sistema Solar se vuelve una tarea aún más complicada de lo que se pensaba anteriormente. Parece que habrá que buscar planetas potencialmente habitables alrededor de estrellas más tranquilas, similares a nuestro Sol.