Los blogueros en el Medio Oriente se enfrentan a un nuevo esquema de extorsión.
En mayo de 2023, el conocido bloguero y activista iraquí Issa Ahmed-Adnan se encontró con un problema inesperado. Su popular cuenta de Instagram* con más de 500,000 seguidores comenzó a ser atacada de manera extraña: las publicaciones patrocinadas y videos que publicaba desaparecían repentinamente debido a violaciones de derechos de autor.
Ahmed-Adnan evitaba cuidadosamente usar música u otros materiales protegidos por derechos de autor, por lo que estaba desconcertado. Uno de los primeros videos eliminados fue un clip donde hablaba de un restaurante local y probaba varios platos. Luego, un destino similar ocurrió con una publicación sobre una campaña de voluntariado para limpiar el río Tigris.
Tratando de entender la situación, el bloguero contactó a través de WhatsApp a una persona que afirmaba haber denunciado las publicaciones en Instagram. Este individuo se presentó como propietario de un negocio de protección de la propiedad intelectual y admitió que las publicaciones de Ahmed-Adnan no violaban ningún derecho de autor. Sin embargo, el desconocido ofreció restaurar el contenido eliminado por $3000, aproximadamente el ingreso mensual del bloguero. Como alternativa, propuso una suscripción para "protegerse" de denuncias falsas similares por $1000 al mes o $7000 al año.
El interlocutor también envió una captura de pantalla para explicar la situación de Ahmed-Adnan. En la imagen se mostraba la herramienta Meta Rights Manager, que ayuda a los propietarios de contenido a identificar automáticamente materiales que infringen derechos de autor para que puedan ser eliminados de la plataforma. En la imagen se destacaban algunos materiales de Ahmed-Adnan, junto con la solicitud de eliminación.
El problema, conocido como "copyright trolling" (troleo de derechos de autor), se ha extendido ampliamente por todo el Medio Oriente. Meta, por su parte, afirma que regularmente bloquea cuentas que abusan de las herramientas de gestión de derechos de autor, pero la realidad muestra lo contrario. Los estafadores encuentran formas de eludir el sistema y se aprovechan de los usuarios de buena fe.
Los influencers de la región se quejan de que Meta dificulta el acceso legítimo a Rights Manager e incluso rechaza las solicitudes de propietarios de cuentas con millones de seguidores sin dar explicaciones. Un representante de Meta dijo que la compañía es selectiva con las candidaturas para "gerentes de derechos" para "garantizar que solo los titulares legítimos de derechos tengan acceso a Rights Manager". Pero ha surgido un mercado negro que ha facilitado el acceso de la herramienta a manos equivocadas.
La organización de activistas iraquí Tech4Peace intenta ayudar a las víctimas de estos esquemas. Tech4Peace, siendo parte de la red Trusted Partner Network de Meta, ha ayudado a más de 100 afectados. Sin embargo, el proceso de restauración de cuentas a menudo toma alrededor de un mes, lo cual es inaceptable para muchos influencers que dependen de las redes sociales como su principal fuente de ingresos.
Ahmed-Adnan pudo recuperar parte de su contenido gracias a la intervención de Tech4Peace, pero enfrentó nuevas oleadas de ataques, lo que ocasionó pérdidas financieras significativas. Ahmed-Adnan estima sus pérdidas en $20,000.
Según Tech4Peace, este esquema ha generado hasta $1 millón para los extorsionadores, y Meta "no ha tomado medidas para prevenir el problema". Se señala que la empresa debería, al menos, bloquear las direcciones IP asociadas con las cuentas de los estafadores. Las víctimas del esquema han sido hospitales, activistas comunitarios, modelos fotográficos y otros propietarios de negocios.
Los estafadores que se han aprovechado de las vulnerabilidades del sistema no solo se benefician a costa de los influencers, sino que también socavan la confianza en las plataformas que se han convertido en una fuente importante de información y comunicación para millones de personas en la región. Este caso resalta la necesidad de un control más estricto y la mejora de los sistemas de protección de derechos de los usuarios por parte de las grandes empresas tecnológicas.