Desde call center hasta "asesinos": anatomía de un sindicato cibercriminal en EAU

Desde call center hasta "asesinos": anatomía de un sindicato cibercriminal en EAU

Desmantelada una gran red internacional de fraude en los Emiratos Árabes Unidos.

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En una operación a gran escala en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), se desmantelaron importantes sindicatos de cibercrimen. Durante una redada nocturna, se arrestó a cientos de cibercriminales y se rescataron numerosas víctimas de sus actividades delictivas. La operación fue el resultado de una investigación realizada por Khaleej Times, que expuso todo el esquema de fraude.

Una de las operaciones más importantes fue la redada en el emirato de Ajman. Las fuerzas de seguridad asaltaron el centro comercial Grand Mall y varias torres residenciales donde operaban los estafadores. La operación ocasionó la detención de cientos de sospechosos. También se realizaron redadas en otros lugares de Dubái, incluido el complejo Rahaba Residences en la región de Dubailand.

Los cibercriminales atraían a miles de personas bajo diversos pretextos falsos, muchas de ellas procedentes del sur de Asia y África. Los centros de fraude tenían una estricta jerarquía, donde los agentes de ventas del centro de atención al cliente ocupaban los niveles más bajos y los "asesinos" —estafadores experimentados— los más altos.

Uno de los agentes de ventas reveló que los supervisores los llamaban "jugadores de apertura". Los empleados del call center realizaban las primeras llamadas, iniciaban la conversación y asignaban a las personas tareas simples, como publicar reseñas en Google y dar "me gusta" a videos en YouTube. Los supervisores monitoreaban las llamadas para asegurarse de que los agentes siguieran el guion mostrado en la pantalla de la computadora.

Una vez ganada la confianza y profundizada la involucración de las víctimas, estas eran añadidas a un grupo de Telegram con cientos de participantes, donde continuaban las estafas. Según los detenidos, los estafadores engañaban a cientos de personas diariamente y, cuando los ingresos ilegales superaban los 100,000 dírhams (alrededor de $27,200), se reproducían aplausos y gritos de aprobación previamente grabados.

La investigación reveló que entre los arrestados había 37 ciudadanos de Sri Lanka, detenidos por cargos que incluían cibercrímenes y prostitución. Todos serán deportados en un plazo de dos semanas. Hasta el momento, 11 ciudadanos de Sri Lanka ya han sido devueltos a su país y otros 15 están a la espera de deportación.

Antes de la pandemia de Covid-19, los estafadores operaban en varios países asiáticos, pero la persecución los obligó a buscar nuevos refugios. La operación en los EAU es un paso significativo en la lucha contra el cibercrimen y el rescate de aquellos que fueron atrapados en un sindicato fraudulento con condiciones inhumanas.

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