El negocio de los conciertos se desmorona: los especuladores toman el control del mercado

El negocio de los conciertos se desmorona: los especuladores toman el control del mercado

La ingeniería inversa y el ingenio han permitido a los estafadores aprovecharse de la debilidad de las corporaciones.

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El gigante de conciertos AXS ha presentado una demanda en California que revela el enfrentamiento legal y tecnológico entre los especuladores de entradas y plataformas como Ticketmaster y AXS. Los especuladores han encontrado una forma de eludir las restricciones de las «entradas intransferibles» (Untransferable Tickets), generando códigos de barras especiales en su propia infraestructura, que luego pueden venderse libremente a los clientes a precios reducidos.

Los estafadores lograron su objetivo mediante ingeniería inversa, gracias a la cual pudieron recrear y exploitar con éxito la tecnología de entradas electrónicas de Ticketmaster y AXS.

En la demanda, AXS afirma que los corredores fraudulentos suministran entradas «falsificadas» a «consumidores desprevenidos», copiándolas de la plataforma AXS. En la práctica, estas entradas se escanean con éxito en la entrada del evento en la mayoría de los casos. Por lo tanto, de hecho, no se puede decir que estos falsos corredores engañen a sus compradores.

Dos investigadores de seguridad contactados por los periodistas mostraron cómo los especuladores pueden generar entradas auténticas para conciertos. Estos sistemas funcionan tanto para Ticketmaster como para AXS, que utilizan la tecnología de «códigos de barras giratorios» (Rotating Barcodes) que cambian cada pocos segundos.

Además, varios servicios en línea ya han implementado esta tecnología fraudulenta, permitiendo generar entradas auténticas en sus sitios web o aplicaciones y distribuir enlaces a estas entradas a través de plataformas de mercado secundario como StubHub, SeatGeek y VividSeats.

Hay poca información en internet sobre servicios como Secure.Tickets, Amosa App y Verified-Ticket.com. A menudo se ocultan bajo la apariencia de sitios web rotos, y el acceso a ellos se proporciona a través del boca a boca entre corredores. Sin embargo, son precisamente estos servicios los que permiten transferir fácilmente las entradas a los compradores sin necesidad de reunirse antes del concierto, iniciar sesión en cuentas temporales o intercambiar contraseñas. Esto facilita la vida tanto a los corredores como a los fans.

Mientras tanto, Ticketmaster y AXS están aumentando el control sobre la reventa de entradas en el mercado secundario, limitando la transferencia de entradas para eventos populares que a menudo compran los especuladores. Esto está dirigido a monopolizar no solo los mercados primarios, sino también los secundarios de venta de entradas.

La capacidad de generar entradas a partir de los metadatos de Ticketmaster se hizo especialmente evidente después de que los hackers publicaran miles de códigos de barras para la próxima gira de Taylor Swift. Y luego decenas de miles de entradas para conciertos de otros artistas. Ticketmaster afirma que su tecnología SafeTix «garantiza la seguridad de las entradas», pero las investigaciones muestran que el sistema no es tan fiable como se dice.

Los investigadores están convencidos de que los ataques para reproducir estas entradas no requieren una alta complejidad tecnológica y están al alcance de cualquier persona financieramente motivada. Al mismo tiempo, Ticketmaster y AXS prefieren luchar contra los estafadores legalmente en lugar de mejorar la tecnología para hacerla más segura.

Así, en la búsqueda de ganancias y un control sin precedentes sobre el mercado de entradas, los gigantes de la industria han creado involuntariamente un ecosistema clandestino de genios digitales. Esta batalla de mentes muestra que en la era de la alta tecnología, la verdadera innovación a menudo no nace en las oficinas corporativas, sino en las sombras, donde el ingenio supera barreras que antes parecían insuperables. Sin embargo, tales acciones siguen violando la ley, por lo que definitivamente no se deben alentar las acciones de los especuladores.

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