Nuevas vacunas de ARNm enseñan al cuerpo a resistir a sus enemigos más peligrosos.
Durante décadas, científicos y médicos han buscado formas de crear una vacuna eficaz contra el cáncer . Sin embargo, esta tarea ha resultado extremadamente difícil debido a la singularidad de cada caso y a las características individuales del sistema inmunitario de los pacientes. Ahora, gracias a la tecnología de ARNm, se ha logrado un progreso significativo en este campo.
Un estudio realizado por las empresas farmacéuticas Moderna y Merck ha mostrado resultados impresionantes en el tratamiento del melanoma, una forma agresiva de cáncer de piel. La combinación de una vacuna personalizada de ARNm y un medicamento inmunoestimulante redujo el riesgo de recaída y mortalidad en un 49%, y la probabilidad de metástasis disminuyó en un 62%.
El mecanismo de acción de las vacunas de ARNm
El principio de funcionamiento de las vacunas de ARNm se basa en el uso de neoantígenos, proteínas únicas en la superficie de las células malignas. Estas moléculas distinguen los tejidos afectados de los sanos, lo que las convierte en un objetivo ideal para el sistema inmunitario. La vacuna "enseña" al organismo a reconocer los neoantígenos y atacar a las células portadoras de estas proteínas.
El proceso comienza con la eliminación del tumor del paciente. Luego, se efectúa un análisis genético de la muestra para identificar los neoantígenos únicos. Mediante algoritmos de aprendizaje automático, se seleccionan hasta 34 candidatos más prometedores para incluir en la vacuna.
Las secuencias seleccionadas, que codifican los neoantígenos, se traducen en ARNm y se encapsulan en nanopartículas lipídicas. Tras la administración de la vacuna, el ARNm inicia en las células del cuerpo el proceso de síntesis de estas proteínas. La aparición de neoantígenos en el organismo desencadena una respuesta inmunitaria dirigida a su reconocimiento y destrucción.
Beneficios y limitaciones de las vacunas de ARNm
Es importante destacar que las vacunas de ARNm no previenen la aparición del cáncer, sino que entrenan al sistema inmunitario para reconocer las células malignas residuales y evitar su proliferación después de la eliminación del tumor principal. Esto es especialmente crucial para los pacientes con alto riesgo de recaída.
Una de las principales ventajas de las vacunas de ARNm es la rapidez de su desarrollo y producción. Comparado con los métodos tradicionales, la creación de una vacuna personalizada de ARNm toma considerablemente menos tiempo, lo cual es crítico para personas con formas agresivas de cáncer.
La historia de Angela, una paciente con melanoma que participó en un ensayo clínico, ilustra el potencial de esta tecnología. Tras la eliminación de lunares malignos, se le administró una vacuna personalizada de ARNm junto con un medicamento inmunoestimulante. Tres años después, su salud no corre peligro. A pesar de los efectos secundarios iniciales, similares a los síntomas de la gripe, Angela considera que el resultado valió la pena el malestar temporal.
Perspectivas futuras en la investigación de vacunas de ARNm
No obstante, este método no es adecuado para todos los pacientes. Las etapas avanzadas del cáncer, especialmente con metástasis, responden peor a este tratamiento. Además, el rápido crecimiento de los tumores en las fases avanzadas deja poco tiempo para el desarrollo de la vacuna.
Las investigaciones sobre las vacunas de ARNm contra el cáncer comenzaron mucho antes de la pandemia de COVID-19. Ya en 2017, dos pequeños ensayos clínicos mostraron el potencial de los tratamientos personalizados en la lucha contra el melanoma. En uno de los ensayos, una serie de inyecciones ayudó a prevenir la recaída del cáncer en cuatro de seis pacientes durante al menos dos años.
Otro estudio, que abarcó a 13 pacientes, mostró resultados mixtos. En los participantes sin tumores visibles, la vacuna fue eficaz y no se presentaron signos de la enfermedad durante más de un año. Sin embargo, en pacientes con metástasis, el efecto fue menos notable.
Otras empresas también están desarrollando en esta área. Por ejemplo, BioNTech, en colaboración con Genentech, está desarrollando vacunas dirigidas a 20 neoantígenos para tratar el cáncer de páncreas agresivo. Aunque el método solo fue eficaz para la mitad de los participantes, los pacientes vacunados experimentaron una remisión más prolongada.
Moderna y Merck ya han comenzado la tercera fase de ensayos clínicos para pacientes con melanoma y ciertos tipos de cáncer de pulmón. Paralelamente, se están llevando a cabo estudios en etapas más tempranas para otros tipos de cáncer.
Los planes futuros incluyen expandir el uso de las vacunas de ARNm para tratar otros tipos de tumores, incluyendo el cáncer del tracto digestivo y de riñón.