Invasión tóxica: cómo el microplástico penetra en tu cerebro

Invasión tóxica: cómo el microplástico penetra en tu cerebro

Cada semana, una persona consume aproximadamente 5 gramos de microplástico.

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En la era moderna, el microplástico se ha convertido en una verdadera plaga para la humanidad. Estas diminutas partículas de plástico están literalmente en todas partes: en el agua, el aire e incluso en los alimentos. Y las últimas investigaciones de científicos de la Universidad de Nuevo México muestran que, una vez ingerido, el microplástico puede migrar desde el intestino hacia otros órganos vitales, como el hígado, los riñones e incluso el cerebro, representando una seria amenaza para la salud.

"En las últimas décadas, se ha encontrado microplástico en el océano, en animales y plantas, en agua del grifo y embotellada. Está en todas partes", dice el Dr. Eliseo Castillo, autor principal del estudio y experto en inmunología de las mucosas.

Los científicos han calculado que una persona consume en promedio 5 gramos de microplástico cada semana, el peso de una tarjeta de crédito. Mientras algunos investigadores identifican y cuantifican la ingesta de microplástico en el cuerpo, el equipo de Castillo se ha centrado en estudiar el impacto de estas partículas dentro del cuerpo, especialmente en el tracto digestivo y el sistema inmunitario intestinal.

Durante cuatro semanas, Castillo y sus colegas expusieron a ratones al microplástico a través del agua potable en una cantidad equivalente a la consumida por los humanos. Descubrieron que el microplástico migró desde el intestino hacia los tejidos del hígado, los riñones e incluso el cerebro. El estudio también mostró que el microplástico alteraba las vías metabólicas en los tejidos afectados.

"Hemos podido detectar microplástico en ciertos tejidos después de la exposición", dice el Dr. Castillo. "Esto nos indica que puede atravesar la barrera intestinal y penetrar en otros órganos". El científico también está preocupado por la acumulación de partículas plásticas en el cuerpo humano. "Estos ratones estuvieron expuestos durante cuatro semanas", dice. "Ahora piensen en cómo se relaciona esto con los humanos, si estamos expuestos desde el nacimiento hasta la vejez".

Los animales de laboratorio saludables mostraron cambios después de una exposición a corto plazo al microplástico. Castillo sugiere que en personas con enfermedades preexistentes, el microplástico podría agravar su condición. "Ahora imaginen qué pasaría si alguien tiene una enfermedad crónica y ocurren estos cambios. ¿Podría la exposición al microplástico empeorar esa enfermedad?", se pregunta el científico.

En estudios anteriores, el Dr. Castillo descubrió que el microplástico también afecta a los macrófagos, células inmunitarias que protegen al cuerpo de partículas extrañas. En 2021, en la revista Cell Biology & Toxicology, Castillo y su equipo encontraron que al encontrarse con el microplástico, los macrófagos alteran su función y liberan moléculas inflamatorias, lo que puede aumentar las respuestas inflamatorias.

La siguiente etapa de investigación, dirigida por la Dra. Sumira Fatak, se centrará en el impacto de la dieta en la ingesta de microplástico en el cuerpo. "Cada persona tiene una dieta diferente", dice Castillo. "Alimentaremos a los animales de laboratorio con dietas altas en colesterol y grasas, así como con dietas ricas en fibra, y evaluaremos su impacto en la absorción de microplástico". Además, los científicos intentarán determinar las causas del cambio en la microbiota intestinal bajo la influencia del microplástico.

"En última instancia, nuestras investigaciones están dirigidas a comprender cómo el microplástico afecta la salud intestinal", dice el científico. "Las investigaciones confirman consistentemente la importancia de la salud intestinal. Si el intestino no está sano, esto se refleja en el funcionamiento del cerebro, el hígado y muchos otros órganos. Incluso la sugerencia de que el microplástico puede afectar el intestino implica que su exposición crónica puede llevar a consecuencias sistémicas".

Castillo espera que sus investigaciones ayuden a revelar los posibles impactos del microplástico en la salud humana y conduzcan a cambios en la producción y filtración del plástico.

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