Google ha comprendido que es malo espiar, pero ha decidido traer a escena a un jugador aún más peligroso.
Google planeaba eliminar el uso de cookies de terceros en su navegador Chrome hace varios años. Sin embargo, esto aún no ha ocurrido debido a numerosas demoras. Según los últimos informes, la eliminación completa del popular mecanismo, que ayuda a rastrear eficazmente la actividad de los usuarios, ahora está programada para principios del próximo año, es decir, en no menos de 200 días.
En lugar de las cookies obsoletas, Google propone introducir un sistema llamado Privacy Sandbox. El objetivo declarado es "proteger la privacidad de las personas en Internet y al mismo tiempo proporcionar a las empresas y desarrolladores herramientas para llevar a cabo un negocio digital exitoso".
El sistema Privacy Sandbox se presenta como una forma de anonimizar a los usuarios y agruparlos por intereses, en lugar de construir perfiles individuales basados en "huellas digitales". En teoría, esto debería limitar el seguimiento de individuos específicos entre varios sitios web y aplicaciones.
Sin embargo, en el camino de la implementación de los planes para reemplazar las cookies obsoletas con el sistema Privacy Sandbox, ha surgido un obstáculo significativo: la integración de inteligencia artificial en Chrome. Según informa Android Police , la nueva herramienta de IA ayudará a analizar de manera aún más efectiva el historial de búsqueda y la actividad del usuario para formar un modelo de comportamiento más preciso.
Los expertos están preocupados de que los algoritmos de IA puedan potencialmente acceder al historial de búsqueda completo y a la información sobre las actividades en todos los dispositivos vinculados. Este es un método mucho más avanzado y preciso de personalización de servicios que las cookies tradicionales.
Las normas actuales de protección de datos no contemplan que las redes neuronales puedan ser utilizadas para la personalización de publicidad y otros fines similares. Los expertos advierten que la implementación de IA permitirá a gigantes tecnológicos como Google entrenar sus algoritmos con grandes volúmenes de información de los usuarios, incluyendo el historial de búsqueda, a pesar de cualquier promesa.
Los riesgos para la privacidad se multiplican con la capacidad de la IA no solo de analizar archivos de datos, sino también de proporcionar recomendaciones individuales en tiempo real, basándose en todo el rastro digital acumulado de una persona en particular. Cuanta más información esté disponible para la IA, más útil será para la segmentación.
Mientras tanto, el escándalo sobre la política de privacidad de Chrome está cobrando fuerza nuevamente. Recientemente, la organización europea Noyb para la protección de los intereses de los consumidores presentó una queja contra Google ante el regulador austriaco responsable de la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE.
En la queja, Noyb afirma que el sistema Privacy Sandbox en realidad engaña a los usuarios de Chrome sobre la protección de sus datos personales. En esencia, simplemente trasladó las funciones de seguimiento de recursos externos al navegador, donde ahora toda la información es recopilada por Google.
En respuesta a las acusaciones, Google declaró que su Privacy Sandbox, al contrario, está destinado a "mejorar la privacidad de los usuarios y proporcionar a la industria alternativa al seguimiento entre sitios". Sin embargo, los debates sobre el equilibrio de intereses continúan creciendo.