Un video viral plantea interrogantes sobre los límites de la ciencia ficción.
Un video que muestra una futurista «máquina de trasplante de cabeza» llamada BrainBridge ha explotado en internet. Las imágenes, que han acumulado cientos de miles de visitas, muestran como brazos robotizados eliminan rápidamente la cabeza de una persona y la unen a un nuevo cuerpo.
La idea es proporcionar una nueva vida a personas con graves problemas de salud, utilizando algoritmos de inteligencia artificial para controlar los brazos robotizados que eliminan la cabeza y la unen a un nuevo torso.
Aunque la idea puede parecer la trama de una película de terror, ha generado un acalorado debate sobre la ética y la viabilidad de dicho proceso. ¿Es BrainBridge un verdadero proyecto biomédico o una elaborada mistificación creada para provocar?
El autor del video
Resulta que BrainBridge no es una empresa real. El video fue creado por Hashem Al-Ghaili , un comunicador científico y director yemení, conocido por su habilidad para difuminar las fronteras entre la realidad y la ciencia ficción. Un video viral anterior de Al-Ghaili titulado "EctoLife", que mostraba úteros artificiales, también hizo que los periodistas tuvieran dificultades para separar los hechos de la ficción.
Debates reales sobre el trasplante de cabeza
Aunque el video de BrainBridge es ficticio, sirve como un provocativo cartel publicitario para una idea controvertida que está ganando popularidad entre los defensores de la extensión de la vida: el trasplante de cabeza, que algunos prefieren llamar "trasplante de cuerpo".
Para aquellos que buscan una extensión radical de la vida, la idea del trasplante de cabeza representa una perspectiva tentadora: la posibilidad de sortear el envejecimiento transfiriendo la cabeza a un cuerpo joven y saludable. Los defensores argumentan que aunque la medicina antienvejecimiento aún no ha logrado avances significativos, el trasplante de cabeza podría ofrecer una solución relativamente simple, al menos mientras el cerebro permanezca funcional.
Cuestiones éticas y prácticas
Sin embargo, este concepto plantea numerosas cuestiones éticas y prácticas. ¿De dónde provendrán los cuerpos donantes? ¿Será ético usar un cuerpo para el beneficio de una sola persona cuando sus órganos podrían salvar varias vidas? Estas son solo algunas de las preguntas candentes que surgieron tras la publicación del video de BrainBridge.
Reacción del público
La reacción pública al video de BrainBridge ha sido mayormente negativa, con muchos calificando la idea de «repugnante» e «inmoral». No obstante, Hashem Al-Ghaili se mantiene firme. Afirma que ha recibido solicitudes de potenciales inversores y de personas que buscan alivio para sus problemas de salud.
A pesar de los debates en curso, una cosa está clara: el video de BrainBridge ha desafiado nuestras ideas sobre lo posible y nos ha hecho reflexionar sobre las consecuencias éticas de expandir los límites de la ciencia y la tecnología en la búsqueda de la longevidad.