El cerebro enganchado: cómo las redes sociales están cambiando a los adolescentes

El cerebro enganchado: cómo las redes sociales están cambiando a los adolescentes

La adicción a Internet afecta las funciones cognitivas y el desarrollo de la generación joven.

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Un nuevo estudio, publicado en la revista PLOS Mental Health, ha revelado una interesante relación entre la adicción a Internet en adolescentes y las alteraciones en el funcionamiento del cerebro. Los científicos descubrieron que los adolescentes con diagnóstico de adicción a Internet presentan una interrupción en la transmisión de señales entre las áreas del cerebro responsables del control de la atención y la memoria de trabajo.

Este hallazgo ayuda a explicar por qué muchos adolescentes, excesivamente absortos en las redes sociales y el Internet, tienen dificultades para concentrarse en tareas más importantes, como hacer los deberes o interactuar con sus seres queridos. Las alteraciones en estas áreas clave del cerebro pueden llevar a la distracción y dificultades para enfocarse en tareas prioritarias.

El estudio destaca la importancia del uso razonable de Internet y las redes sociales durante la adolescencia, cuando el cerebro atraviesa etapas críticas de desarrollo. La inmersión excesiva en el mundo virtual puede afectar negativamente la formación de habilidades cognitivas y la capacidad para concentrarse en tareas reales. Es necesario encontrar un equilibrio y dedicar suficiente tiempo a otras actividades que fomenten el desarrollo de la atención y la memoria.

Los autores del estudio, tras analizar 12 investigaciones de neuroimagen realizadas con varios cientos de adolescentes de entre 10 y 19 años desde 2013 hasta 2022, afirmaron: «La adicción comportamental causada por el uso excesivo de Internet se ha convertido en una fuente creciente de preocupación en la última década».

En su investigación, los científicos examinaron los criterios de diagnóstico clínico de la adicción a Internet, que incluyen varios signos preocupantes. Uno de ellos es la preocupación constante por el Internet, cuando los pensamientos de la persona están literalmente "atrapados" en el espacio virtual. Otro síntoma es la aparición de síndrome de abstinencia ante la falta de acceso a Internet, manifestándose en irritabilidad, ansiedad u otras reacciones negativas.

Además, la adicción a Internet puede llevar a que la persona sacrifique relaciones y conexiones sociales reales en favor de pasar tiempo en la red durante períodos prolongados. Como explica Max Chang, primer autor del estudio, este comportamiento patológico causa sufrimiento y un deterioro significativo en la calidad de vida del individuo.

El uso excesivo de Internet puede realmente distraer a los adolescentes de sus responsabilidades, estudios y otras actividades importantes. Sin embargo, los casos en los que esta afición se convierte en una adicción que altera el funcionamiento normal y provoca serias consecuencias negativas en la vida del joven son particularmente preocupantes. La detección oportuna y la ayuda profesional en tales situaciones son cruciales para superar la adicción a Internet y restaurar un equilibrio saludable en la vida del adolescente.

Dado que el cerebro de los adolescentes es diferente al de los adultos, comprender el impacto de la adicción a Internet en el cerebro adolescente es vital. Los participantes del estudio diagnosticados con adicción a Internet mostraron alteraciones significativas en el funcionamiento de las áreas del cerebro al realizar tareas relacionadas con la atención, la planificación y el control de impulsos, en comparación con sus pares sin adicción. Esto puede indicar que tales funciones conductuales se vuelven más difíciles, afectando el desarrollo y el bienestar de los adolescentes.

Sin embargo, el doctor David Ellis de la Universidad de Bath señaló que no es posible establecer una relación causal a partir de estos estudios. Destacó que el concepto de adicción a Internet no está ampliamente reconocido ni diagnosticado utilizando las herramientas empleadas en estos estudios.

En Estados Unidos, la adicción a Internet no está incluida en el DSM-V, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, utilizado por los profesionales de salud mental. Sin embargo, menciona un trastorno relacionado con los juegos en Internet. Todos los estudios se realizaron en Asia, principalmente con la participación de varones. China fue el primer país en declarar la adicción a Internet como una "crisis de salud pública".

De confirmarse que la adicción a Internet causa alteraciones en la transmisión de señales en el cerebro, la causa podría estar relacionada con las vías neuronales asociadas con las adicciones. Los patrones de conectividad funcional en el cerebro de los participantes del estudio son similares a los observados en personas con adicciones a sustancias.

Max Chang agregó que la adicción a Internet reconfigura el cerebro, haciéndolo menos resistente a los estímulos de Internet, y que el equilibrio entre la utilidad y los peligros de Internet se vuelve cada vez más importante en el desarrollo de los adolescentes.

Las recomendaciones para los padres incluyen ayudar a los adolescentes a encontrar actividades fuera de Internet y utilizar estrategias conductuales, como la terapia cognitivo-conductual, la atención plena y las entrevistas motivacionales. En casos graves, puede recetarse tratamiento farmacológico.

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