Un astrónomo aficionado descubrió 5 nuevas galaxias y ha ampliado los catálogos espaciales

Giuseppe Donatello, un astrónomo aficionado italiano, descubrió cinco nuevas galaxias enanas que ahora llevan oficialmente los nombres de Donatiello V, Donatiello VI, Donatiello VII, Donatiello VIII y Donatiello IX, en honor a su descubridor. Sin embargo, estos no son los primeros logros de Donatello, quien ya tiene a su crédito 11 descubrimientos espaciales, de los cuales nueve llevan su nombre.

En una entrevista, Donatello expresó con orgullo: «Que yo sepa, soy el primer y único aficionado a la astronomía en cuyo honor se han nombrado galaxias. Todo comenzó con el primer descubrimiento en 2016, cuando en mis astrofotografías descubrí lo que más tarde se llamaría Donatiello I. Aunque es bastante inusual que se nombre una galaxia en honor a un aficionado, para mí fue una enorme alegría».

Donatello admitió que para él es más importante la emoción de nuevos descubrimientos que el honor de ver su nombre en los libros de texto de astronomía. También mencionó que él y su equipo han publicado los resultados de sus hallazgos en un preprint de un estudio científico que aún no ha sido revisado por pares.

Las galaxias descubiertas son objetos diminutos y «ultradébiles», que se encuentran a una distancia promedio de 11,5 millones de años luz de la Tierra. «En general, las galaxias enanas se caracterizan por su muy baja luminosidad», explica Giuseppe. «Basta decir que muchos satélites de la Vía Láctea son difíciles de detectar, ya que se camuflan perfectamente contra el fondo de campos estelares. Para los objetos extragalácticos, esta tarea se vuelve aún más complicada. A una distancia de solo unos pocos megapársecs (un megapársec es aproximadamente 3,3 millones de años luz), las galaxias enanas más tenues se desvanecen en el brillo de fondo del cielo».

Sin embargo, los descubrimientos de Donatello son de gran importancia para la comunidad astronómica. Ayudarán a los científicos a estudiar las estrellas más antiguas del universo, comprender la naturaleza y distribución de la materia oscura, y posiblemente influir en los modelos cosmológicos modernos. Todo esto permitirá entender mejor cómo ha cambiado el universo con el tiempo y qué cambios esperan en el futuro.

«Cada nuevo descubrimiento es importante tanto para la expansión de los catálogos como para un conocimiento más profundo del espacio y su evolución», enfatiza el astrónomo.