En 2015, el portal para "infidelidades anónimas" sufrió una de las filtraciones de datos más sonadas del siglo...
A principios de la década de 2000, el sitio web de citas Ashley Madison, que ayudaba a las personas casadas a tener aventuras extramatrimoniales, vivió su época dorada. Con la esperanza de tener una aventura, más de 37 millones de personas se registraron en el portal a lo largo de los años. El eslogan de la compañía decía: "La vida es corta, sé infiel".
Sin embargo, en 2015, las actividades del sitio se detuvieron abruptamente después de un ciberataque sin precedentes. Un grupo de piratas informáticos autodenominado The Impact Team "castigó" a Ashley Madison hackeando y revelando los datos de todos los clientes registrados.
Lanzado en 2001, Ashley Madison se promocionaba como un espacio anónimo para aquellos que deseaban engañar a sus parejas. El sitio prometía total confidencialidad a sus clientes en la búsqueda de amantes.
The Impact Team justificó su acción en 2015 por motivos éticos: su deseo de actuar contra las actividades cuestionables y las prácticas comerciales poco éticas de Ashley Madison. Los piratas exigieron a los propietarios del sitio que cerraran el proyecto y amenazaron con que, de lo contrario, tendrían que enfrentar "consecuencias graves". Lamentablemente, las amenazas no se tomaron en serio.
Mientras las autoridades y la dirección de la empresa intentaban frenéticamente rastrear a los miembros de The Impact Team, los nombres de millones de infieles de todos los ámbitos de la sociedad, desde ciudadanos comunes hasta celebridades, se hicieron públicos.
Entre los expuestos estaba, por ejemplo, Josh Duggar del reality show familiar "19 Kids and Counting" de TLC. Más tarde, Duggar fue arrestado por posesión y distribución de pornografía infantil, lo que terminó por arruinar la reputación de su programa.
La filtración tuvo consecuencias realmente trágicas. Debido al escándalo, muchas familias se rompieron y algunos infieles expuestos, incapaces de soportar la vergüenza, se suicidaron. Por ejemplo, un fiscal de Florida perdió su cargo después de que salió a la luz información sobre su infidelidad. Y un pastor de Nueva Orleans se quitó la vida debido a la condena pública de su aventura extramatrimonial.
Recientemente, el gigante del streaming Netflix anunció una serie documental sobre las personas cuyas vidas fueron destruidas por el ataque a Ashley Madison. El tráiler de la serie de tres episodios "Ashley Madison: Sexo, mentiras y escándalo" ya está disponible en línea, y el proyecto se estrenó ayer, 15 de mayo.
Las identidades de los miembros de The Impact Team que llevaron a cabo el ataque siguen siendo uno de los mayores misterios de la historia de la ciberseguridad. A pesar de todos los esfuerzos de los investigadores, no se ha podido establecer quiénes son.
Una de las principales quejas de los piratas contra Ashley Madison fue el servicio de pago para eliminar completamente los datos de un cliente del sitio. Por 20 dólares, el servicio prometía borrar permanentemente toda la información sobre el infiel, pero, según afirmaban los ciberdelincuentes, esto no era más que un truco publicitario, ya que en realidad la información se conservaba cuidadosamente en las bases de datos.
"El servicio llamado orgullosamente 'Eliminación completa' le reportó a la compañía $1.7 millones de ingresos en 2014. Pero esto es una mentira descarada y un fraude", escribió The Impact Team. "Los usuarios suelen pagar con tarjetas bancarias, pero a pesar de las promesas, ningún dato de pago real con nombres y direcciones se destruye después".
Después del hackeo, Ashley Madison anunció su colaboración con el FBI en la investigación del incidente. "Sabemos que hay personas que pueden identificar a uno o más de los piratas informáticos. Los instamos a que se pongan en contacto. Los delincuentes recibirán un castigo severo", decía el comunicado de la empresa.
En ese momento, el ex CEO de la compañía, Noel Biderman, presentó su propia teoría sobre el posible organizador del ataque. En su opinión, detrás del hackeo podría estar un exempleado, un tal William Brewster Harrison.
Resulta que, después de ser despedido en 2011, Harrison supuestamente guardó rencor contra su antiguo empleador e inició una verdadera campaña de acoso. Filtró información comprometedora sobre Ashley Madison a los medios de comunicación y también envió cartas amenazantes y llenas de ira a la dirección del servicio. Hubo especulaciones de que Harrison estaba simplemente preparando el terreno para un ciberataque, una especie de venganza contra sus antiguos colegas.
Sin embargo, esta teoría pronto perdió sentido. Se descubrió que William Brewster Harrison se había suicidado en 2014, mucho antes del incidente con The Impact Team. Así, esta pista prometedora también resultó ser un callejón sin salida.