Los complejos-prisión en territorios disputados son el centro del fraude en línea global.
Según un estudio del Instituto de la Paz de los Estados Unidos (USIP), los ingresos anuales de las operaciones fraudulentas organizadas en el sudeste asiático ascienden a unos 64 mil millones de dólares. En Camboya, Laos y Myanmar, los estafadores ganan alrededor de 43.8 mil millones de dólares al año, lo que representa aproximadamente el 40% del PIB combinado de los tres países.
Las estafas incluyen el método "Pig Butchering", en el cual los delincuentes se comunican con una posible víctima a través de aplicaciones de mensajería o citas, desarrollan una relación con ella, la convencen de invertir en bolsas de criptomonedas falsas y luego desaparecen con el dinero de la víctima confiada.
Geografía del problema y su expansión
Se observa que el problema ha pasado de ser regional a global en muy poco tiempo. Los delincuentes están expandiendo sus actividades a países del Medio Oriente y África, utilizando los mismos métodos. Además, recientemente ha aumentado el número de víctimas que no hablan chino, lo que puede estar relacionado con una mayor atención de las autoridades chinas a este problema.
El año pasado, estas estafas ocasionaron pérdidas de 3.5 mil millones de dólares en los Estados Unidos, los canadienses perdieron alrededor de 413 millones de dólares, y los malayos, más de 750 millones de dólares.
Tráfico de personas y trabajo forzado
Miles de personas caen en la trampa de anuncios fraudulentos de trabajos bien remunerados, después de lo cual son retenidas a la fuerza en complejos vigilados y obligadas a cometer estafas bajo amenaza de violencia física. Las víctimas del trabajo forzado provienen de más de 60 países. En Myanmar, los centros de fraude están protegidos por las fuerzas armadas, en Camboya, las estructuras criminales utilizan hoteles y casinos vacíos después de la pandemia, y en Laos, zonas económicas especializadas.
Los investigadores señalan que tales complejos se asemejan a prisiones con altos muros, rejas en las ventanas, videovigilancia y guardias armados. La corrupción es un factor clave que permite que el crimen organizado prospere.
Se señala que en Myanmar los centros de fraude se han convertido en un factor clave del conflicto interno. En algunas regiones, los complejos de fraude se encuentran en zonas de conflicto activo entre fuerzas antigubernamentales y militares. Los ingresos del fraude ayudan a sostener a las élites gobernantes y las fuerzas militares, lo que conduce a una mayor protección de estos centros.
Medidas para combatir el fraude
Los investigadores recomiendan medidas coordinadas para combatir el fraude, como la imposición de sanciones y prohibiciones de viaje para los líderes de los sindicatos, responsabilizar a los países que permiten la existencia de complejos fraudulentos, y considerar la posibilidad de castigar a las redes sociales que facilitan el lavado de dinero o anuncian recursos para llevar a cabo estafas.
Anteriormente, China anunció el inicio de la cooperación con las autoridades de Tailandia y Laos para combatir las bandas de ciberdelincuentes de Myanmar. Recientemente, estas bandas han estado apuntando a ciudadanos y organizaciones chinas.
Además, la recién construida "fábrica de fraudes" en la frontera entre Myanmar y Tailandia generó casi 100 millones de dólares en menos de 2 años. Los detalles sobre la actividad de los delincuentes en línea fueron revelados durante una investigación conjunta del servicio Chainalysis y la organización de derechos humanos International Justice Mission.
Cabe recordar que desde el verano de 2023, China ha estado exigiendo insistentemente a las autoridades de Myanmar que tomen medidas enérgicas contra los numerosos enclaves de ciberfraude que operan en las zonas fronterizas. La razón fue una ola de estafas utilizando el esquema "Pig Butchering", cuyas víctimas eran ciudadanos chinos. La actividad de los enclaves delictivos en las zonas fronterizas de Myanmar se basaba en el uso de trabajo forzado de personas traídas ilegalmente de países vecinos.
También cabe señalar que la coalición de grupos rebeldes en Myanmar recientemente tomó el control de la ciudad de Laukkai, conocida como un importante centro de ciberdelincuencia en la región, que ha afectado a países, incluidos aquellos que limitan con Myanmar. La coalición de rebeldes ha dejado claro su objetivo de erradicar las operaciones fraudulentas organizadas que se extendían bajo la atenta supervisión de las autoridades locales leales a la junta gobernante.